QUO VADIS?


 

 

               La verdad es que este artículo, es un clásico incunable, de todas la temporadas, en las que he tenido colaboraciones para distintos blogs, y ahora que tengo el mío propio, no podía faltar a su cita.

               Me gusta el cine clásico, en especial el Peplum, y dentro del Peplum, además de Ben Hur; Quo Vadis es una auténtica maravilla de película, con un excelso Peter Ustinov, en el papel de Nerón.

 Del incendio de Roma, hay varias teorías. Algunos historiadores, hablan de que, en la Roma antigua, esos incendios eran frecuentes, y en concreto el que nos atañe, habría comenzado en el extremo sudeste del Circo Máximo, en las tiendas donde se vendían materiales inflamables, propagándose por el resto de la ciudad. Otras versiones, señalan que fue el propio Nerón, quien contrató a unos malhechores, para que provocaran dicho incendio, y de paso, además de echar la culpa a los cristianos, cobrar la tasa de extinción, de su servicio de bomberos (en serio, en la Antigua Roma, ya había servicio de bomberos), y todo ello, mientras daba cuenta de sus dotes musicales,  tocando la lira. En cualquier caso, aquello le vino …de cine, porque los cristianos, accidental o no, acabaron siendo acusados de provocarlo; y ya de paso, en el espacio liberado por las viviendas calcinadas, pudo construirse el Domus Aurea.

Ahora que el Hércules ha entrado en modo autodestrucción, yo no digo que Enrique Ortiz toque la lira, mientras observa una vez más, cómo un proyecto deportivo, que nace bajo su paraguas, se consume pasto de las llamas, al final, además de la paciencia y las ilusiones de los herculanos que sentimos este club; lo que se quema, es su dinero. Yo lo que digo, es que tiene que decidir, de una vez, qué quiere hacer con el club. Si lo quiere vender, o no lo quiere vender; y si no lo quiere vender, si quiere implicar en su devenir; o va a dejar que sean otros, los que lo hagan en su nombre. En este último caso, es completamente legítimo que sea en gente de su confianza, pero que sea gente que entienda qué es un club de fútbol, y que lejos de ser una empresa más, que también lo es, hay 100 años de historia que han contemplado miles de historias personales, que han pasado de generación en generación, hasta el punto de considerar el club, la institución, como un miembro más de la familia, un poso que forma parte de la vida de los herculanos que vamos todos los domingos a compartir alegrías y penas con el equipo, que conectamos con nuestros familiares que nos enseñaron a amar a este club, aunque ya no estén con nosotros.

Del partido contra el Intercity, poco que decir, salvo que los herculanos de a pie, hemos tenido más dignidad que el club, más preocupado en hacer de comercial del rival, que de cuidar a su gente, como se suele decir,  y volviendo a los incendios, será verdad que entre bomberos, no se pisan la manguera. Afortunadamente, sólo queda una jornada, la salvación ya es matemática, pero toda la ilusión, y no hablo de haber promocionado, o haber subido, porque esto es un deporte, y en los deportes se gana y se pierde, que generó el ascenso del año pasado, se ha consumido, una vez más, bajo el fuego de la indiferencia de unos y la soberbia o ignorancia de otros.

Ya para la próxima temporada vuelvo a lanzar la pregunta, Quo vadis, Hércules? ¿Qué quieres ser? Lo tienes que decidir ya, antes del próximo incendio

 

DLM

MACHO HÉRCULES

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